La contaminación del aire es un problema en la oficina y en el hogar. Si sumamos la rápida propagación mundial de la COVID-19, se ha incrementado la urgencia de protegernos a nosotros mismos y a los demás. Ahora más que nunca es fundamental garantizar unas instalaciones saludables y seguras.
La amenaza de la transmisión por el aire es real y los expertos y virólogos de todo el mundo están de acuerdo. Una solución de higiene completa debe constar de tres componentes esenciales para la protección contra la transmisión de virus en entornos compartidos: lavarse las manos, limpieza de superficies y purificar el aire.
Purificadores de aire
Ya avanzábamos hace poco tiempo que existen en el mercado modelos avanzados que proporcionan control del aire que respiramos, como la gama Trusens de Leitz.
Otra gama de purificadores es Aeramax en sus versiones DX y Profesional. Son una solución integral, eficaz, inteligente y duradera. Sus filtros True HEPA capturan el 99,97% de las partículas presentes en el aire y son indicados para instalaciones médicas y dentales, residencias de mayores, oficinas, aulas y guarderías, hoteles, hogar, gimnasios, etc…
No cabe duda que necesitamos limpiar el aire. Además de los virus, de media una persona inhala 10.800 litros de aire en interiores todos los días. La mayoría de las personas pasan el 90% de su tiempo en interiores y 9 horas al día en entornos compartidos. Espacios que están hasta 5 veces más contaminados que los exteriores.
Ahora, que a escala internacional las noticias nos indican que la mala calidad del aire puede ser decisiva en la propagación del coronavirus, hay que proteger lo que más importa.
Solicite más información, estaremos encantados de atenderle: comercial[arroba]asenga.com – 91 533 06 77